El TDAH es una enfermedad mental que suele afectar a personas con predisposición genética a padecerla a través de los antecedentes familiares. Sin embargo, existen, como se ha visto anteriormente, factores de riesgo maternos prevenibles.

Si está embarazada y sigue las pautas que le ha proporcionado su médico, lo más probable es que esté haciendo todo lo que esté en su mano para asegurarse de que su hijo no sea propenso a tener TDAH.  En general, los hábitos saludables durante el embarazo, como abstenerse de fumar y de consumir alcohol, pueden reducir la probabilidad de que los niños sean diagnosticados con TDAH.

Además, asegúrese de comer sano y de lavar bien las frutas, ya que las que no se han lavado pueden contener PCB, que son sustancias químicas procedentes de los pesticidas. La exposición materna a estos pesticidas puede aumentar la probabilidad de que su hijo nazca con TDAH.

Asegúrese también de visitar a su médico en las fechas de seguimiento recomendadas para asegurarse de que está en el camino correcto en términos de mantener su presión arterial en un nivel saludable para usted y su bebé.